arveritatiana
17 de oct de 20233 min.
Recientemente conmemoramos el Mes Mundial de la Prevención del Suicidio. Un mes donde la visibilidad de nuestras emociones se volvieron parte importante de las herramientas para abordar este tema que, hasta el día de hoy, sigue siendo una de las causas con un gran porcentaje de muertes alrededor del mundo y que tristemente se percibe con estigma cuando tendría que ser atendido como un tema de Salud Pública.
Para Latinoamérica no es un tema ajeno; hay países que contabilizan hasta 100,000 suicidios por año. Una cifra alarmante que destaca la importancia de la concientización de la Salud Mental y de los problemas que afectan a nuestra población en la cotidianidad.
En lo que concierne a El Salvador no hay una cifra aproximada de suicidios porque no hay un registro que respalde las estadísticas de la Salud Mental, además de la falta de notificación de estos casos. El psiquiatra Carlos Héctor Acevedo, —representante en Centroamérica de la Red Mundial de Suicidología—, solicitó la implementación de estrategias de prevención, detección y tratamiento para reducir el riesgo de suicidio entre la población, así como desmitificar el tema y evitar la exposición mediática de los métodos utilizados por las víctimas.
¿CÓMO AYUDAR A UN SER QUERIDO QUE ATRAVIESA ESTOS PENSAMIENTOS?
Entender una mente con fricciones es difícil, muchas veces creemos que logramos ponernos en el lugar del otro cuando realmente nos es difícil. O eso creemos. Entonces, ¿qué pasa cuando queremos ayudar, pero no sabemos cómo proceder?
Esas son las preguntas que muchos nos hemos hecho al escuchar a alguien expresando sus deseos suicidas. Creemos que no somos lo suficientemente buenos para ayudarles o lo fuertes para enfrentar palabras de tal magnitud. Nuestro cerebro no procesa la información. Duele. Pero lo cierto es que no se trata de pensar «¿qué se sentirá querer desaparecer de esta vida?», más bien, se trata de empatizar con la persona que atraviesa este dolor y de darle soporte mediante nuestras herramientas y ternura.
Lo primero que se debe de hacer es darle apoyo incondicional sin juzgar sus pensamientos. La escucha activa es también otra forma de ayudar a que la persona libere su peso emocional y no es necesario opinar nada, con el hecho de escucharlos hacemos mucho. La gran mayoría de personas que atraviesan estos pensamientos no quieren una postura al respecto, quieren ayuda y la forma más viable de hacerlo es escuchando.
Un error común es el minimizar sus emociones, cuando les hacemos ver las cosas que tienen y que otras personas no. El expresarles cosas como «pero tienes una familia linda, un buen trabajo y un techo donde vivir» solo hará que sus razonamientos empeoren. Porque como el efecto dominó, la culpabilidad de sentir que tienen todo y aún no están satisfechos, hará que todas las piezas que quedaban de pie se estrellen contra el suelo. Es importante trabajar en nuestra manera de comunicar lo valiosos que son. Hay que mostrarles fortaleza.
La manifestación de estos pensamientos suelen dejarnos a la intemperie, pero una de las cosas que debemos recordar en estas situaciones es que el demostrarles fuerza puede hacer la diferencia. La serenidad de nuestras emociones hará que el pesor de su carga se aliviane y, por consiguiente, seremos un verdadero apoyo para ellos.
El solicitar asistencia de un profesional es sustancial. Un especialista de la Salud Mental ayudará en el proceso de autoconocimiento del individuo, trabajará su autoestima y le brindará las herramientas para enfrentarse a sus pensamientos. Si notamos que el juicio de un ser querido se encuentra nublado y la idea de quitarse la vida es cada vez más intensa, es urgente buscar ayuda.
Si eres tú el que te encuentras en una situación dificil, solicita ayuda. No estás solo.
Referencias: salud.gob.sv - inegi.org.mx