Clínica Psintegra

2 de jul de 20223 min.

¿Qué es la responsabilidad afectiva?

Es por todos conocido que nuestros actos tienen consecuencias en el entorno que nos rodea. Esto incluye también a las personas que forman parte de nuestra vida. Por ello, cuidar de los vínculos interpersonales resulta vital para mantener relaciones sanas.

La responsabilidad…

Una palabra con la que entramos en contacto desde temprana edad, en un primer momento en la infancia se nos habla de responsabilidades en casa o en las escuela, asociandola principalmente al cumplimiento de reglas, tareas o deberes, conforme vamos creciendo esta responsabilidad o responsabilidades crecen con nosotros, se dicen que a mayor edad la responsabilidad también es mayor.

Parece que intuitivamente construimos por las experiencias que tenemos primero desde nuestra familia y luego en otros espacios fuera ella, la idea de que la responsabilidad es hacerse cargo de las cosas, de las situaciones y hasta de las personas.

Se nos enseña que la responsabilidad trata de hacerse cargo de las cosas, pero en el caso de las personas

¿Qué papel juega la responsabilidad en las relaciones que formamos?

La responsabilidad afectiva surgió como un término a emplearse dentro de las nuevas configuraciones en torno a las relaciones sexo-afectivas. Durante un buen tiempo el tema del amor y las parejas estuvo dominado por la idea de la monogamia y el matrimonio, sin embargo, los cambios culturales, sociales y hasta económicos de cada época también implican transformaciones en las personas y sus vínculos.

Poliamor, poligamia, relaciones abiertas, relaciones casuales, son algunas formas de relacionarse que han surgido en los últimos años, y si bien las formas alternativas a los conceptos tradicionales de pareja siempre han existido, es reciente el interés no solo por entenderlas como conceptos sino también plantear la necesidad de una reflexión crítica a lo que implica para las personas.

Relacionarnos de estas nuevas formas, pero también es una invitación a repensar las formas tradicionales de relación (entendiéndolas como aquellas en las que están involucradas dos personas, bajo los términos de una relación exclusividad entre los miembros).

¿Qué implica que yo decida establecer relaciones con una o más personas?

¿Qué acuerdos tendrían que establecerse para salvaguardar mi integridad emocional y la de las demás personas implicadas?

¿Qué no sea una relación «formal» me exenta de compromisos y responsabilidades con la otra u otras personas?

Estos son algunos de los cuestionamientos a los que nos invita La Responsabilidad Afectiva, esta invitación consiste en plantearnos que todo vínculo tiene implicaciones para ambas personas, sin importar el nombre que le demos, el número de personas involucradas o el tiempo en que nos mantenemos en las relaciones.

La Responsabilidad Afectiva trata de concebir las relaciones amorosas y sexuales como espacios donde cada una de las partes implicadas se ve afectada por las acciones y decisiones del otro, es decir, señala necesidad de generar conciencia respecto a que no podemos deslindarse de cómo incidimos en el otro.

No se trata de evitar a toda costa el dolor del otro, ni de poner sus necesidades y deseos a costa de los nuestros, sino de saber que nuestras acciones tienen impacto en los otros, por lo que es necesario plantear, acuerdos, evidenciar necesidades, explicitar deseos.

Se trata de saber que toda relación sin importar si es de una noche, un par de meses o años implica un respeto al otro como individuo. La Responsabilidad afectiva busca la construcción de relaciones más equitativas, mas respetuosa, transparentes , es saber que tengo la capacidad de generar cosas en el otro y que ese otro también puede generar cosas en mi, por lo que esta conciencia nos permite plantear acciones basadas en la comunicación y en el establecimiento de acuerdos.

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