Debes manejar tus pensamientos y no ponerte a pensar en lo peor antes de tiempo. No te alarmes sin necesidad. Debes ser realista, ya que la gran mayoría de contagiados se están curando.
En el momento en el que sientas miedo, piensa en las enfermedades similares que has superado a lo largo de tu vida.
La situación actual en España por el coronavirus está provocando mucha ansiedad y miedo entre la población. Y este estado de alarma se agrava aun más por la falta de información rigurosa que se transmite a través de las redes sociales y de los grupos de WhatsaApp. Por ello, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, a través de su grupo de trabajo de Urgencias y Emergencias, ha publicado un comunicado con unas pautas dirigidas a la población para intentar evitar que el miedo y la ansiedad se convierta en su día a día y cause conductas de alerta que pueden no ser ni razonables ni efectivas. Todo esto, sin olvidarse de tomar todas las medidas tanto de higiene como de movilidad que están dictando las autoridades y expertos.
NO ESTÁS AFECTADO POR EL CORONAVIRUS Puede que no tengas los síntomas de la enfermedad, pero tener las emociones revueltas te puede provocar nerviosismo, tensión y sensación de peligro. Si no puedes dejar de pensar en otra cosa, necesitas estar todo el rato viendo informaciones sobre el tema, no te concentras, te cuesta desarrollar tu trabajo, estás en estado de alerta, tomándote la temperatura contínuamente, te cuesta controlar tu preocupación y tienes problemas para dormir, o hasta percibes un aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada (hiperventilación), sudoración, temblores sin causa justificada...
LOS PROFESIONALES RECOMIENDAN:
Identifica los pensamientos que puedan generarte malestar. Tienes que saber que estar pensando constantemente en la enfermedad puede hacer que aparezcan o se acentúen síntomas que incrementen tu malestar emocional.
Debes reconocer tus emociones y aceptarlas. Comparte tu situación con las personas más cercanas, puede ayudarte y proporcionarte el apoyo que necesitas.
No debes creerte cualquier cosa, intenta buscar siempre la realidad y datos fiables. Para ello, infórmate a través de los medios oficiales y científicos y evita información que no provenga de estas fuentes para no crear alarmismo.
Debes dar información real y no mentir a tus seres queridos, tanto a los niños como a las personas vulnerables, como los ancianos.
Evita la sobreinformación. Estar todo el día conectado no hará que estés mejor informado, más bien podría aumentar innecesariamente tu sensación de riesgo y nerviosismo.
Contrasta siempre con las fuentes oficiales la información que comparta a través de las redes sociales.
PAUTAS DE AUTOCUIDADO
Debes mantener una actitud optimista y objetiva.
Haz caso de las recomendaciones sanitarias sobre los hábitos adecuados, la higiene y la prevención.
Evita hablar todo el rato del tema.
Apóyate en tu familia y amigos.
Ayudaros entre todos a mantener la calma y a tener un pensamiento que se adapte a cada situación.
Si quieres consultar y contrastar información sobre el tema, hazlo en fuentes oficiales: Ministerio de Sanidad, Colegios Profesionales Sanitarios, Organismos Oficiales, OMS, etc.
No contribuyas a dar difusión a bulos y noticias falsas. Lo único que haces es alimentar tu miedo y el de los que te rodean.
Procure hacer vida normal y continuar con sus rutinas.
El miedo puede hacer que nos comportemos de forma impulsiva, rechazando o discriminando a ciertas personas. Ten cuidado con estas conductas de rechazo y discriminación.
SI ERES POBLACIÓN DE RIESGO
Todo lo dicho en el punto anterior puede servir pero, además: Es importante que sigas las recomendaciones y las medidas de prevención que indiquen las autoridades sanitarias. Debes confiar en ellos porque son los que tienen conocimientos y medios para saber lo que tienen que hacer.
No le quites importancia a ese riesgo con la finalidad de intentar evadir la sensación de miedo o aprensión a la enfermedad.Pero tampoco debes magnificar el riesgo real. Lo mejor es que seas precavido y prudente, pero sin llegar al punto de alarmarse.
Si te recomiendan medidas de aislamiento, puede que esta decisión te provoque un estado de estrés, ansiedad, soledad, frustración, miedo, desesperanza... En estos casos debes tratar de mantenerte ocupado y estar conectado con tus seres queridos.
Una buena idea es establecerte una rutina diaria y aprovechar para hacer aquellas cosas que te gustan pero que normalmente no puedes hacer por falta de tiempo, como leer libros, ver películas...
SI TIENES EL CORONAVIRUS Todas las recomendaciones anteriores te pueden servir pero, además, los psicólogos recomiendan:
Debes manejar tus pensamientos y no ponerte a pensar en lo peor antes de tiempo.
No te alarmes sin necesidad. Debes ser realista, ya que la gran mayoría de contagiados se están curando.
En el momento en el que sientas miedo, piensa en las enfermedades similares que has superado a lo largo de tu vida.